Desde el momento en que se acabó el único paquete de yerba, sobreviviente
al vuelo, que pude traer de Argentina, ha pasado tiempo y otras yerbas. Hasta
el día de hoy que por correo, desde Paris pudimos adquirir un variado lote de
yerbas argentinas y paraguayas.
En Bruselas, hay una tienda de productos sudamericanos que nos vendió
dos paquetes, uno de Rosamonte y otro de ya no me acuerdo, a unos 8 euros creo
(dos de 500g). Después en Quimper, en una tienda de té, compramos la yerba como
la venden en estos orígenes, como para hacer mate cocido o infusión, 5 euros
los 100 gramos. Compramos 200 gramos y tomamos 5 mates. Y por último la
salvación de internet, un paquete de Pajarito de 1 kg, uno de Rosamonte 1 kg,
500g de La Tranquera y 500g de mi yerba más quería recomendada por dos grandes
Bonny and Clyde, cuando les pregunté qué yerba es la mejor, -Taraguí sin palo,
me dijeron los dos a coro. Desde ese momento he preferido esa yerba. Todo esto
por solo 180 pesos Argentinos. No sé cuánto cuesta en Argentina, pero no creo que
llegue a 60 pesos el kilo.
Hace un tiempo estuve informado sobre el conflicto con la yerba. La
gente se quejaba por el precio exorbitante en las góndolas y la pobre gente que
la produce se quejaba de lo que se queja desde el principio, la vida de mierda
que tienen trabajando en los campos yerbateros. Y unos contra otros, siempre la
misma historia, los pobres contra los pobres y las sombras entre medio siempre
desapercibidas. La yerba tendría que estar 10 o 1000 veces más cara, los
sueldos tienen que ser 10 o 1000 veces multiplicados, la gente tiene que estar
10 o 1000 veces más feliz.
Lo que impide todo ello no son los paros, no son los compradores que
aman tomar mate como yo, como unos de los rituales más hermosos de nuestra
cultura. El intermediario, la sombra, el empobrecedor de la sociedad de hoy, es
el que desapercibido manipula la ignorancia, hace que gente muera en los campos
y que otra les diga -vagos vayan a laburar !!!!!
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