En Bruselas pasan cosas bastante particulares. Es una especie de fuelle, uno de esos aparatos que suben y bajan filtrando liquidos y mezclando formas, una amalgama bastante descontrolada. Ese descontrol se vive en el interior de cada una de las personas que la habitan. Todos estàn internamente descontrolados, liberados de muchas ataduras.
Es la vida de la ciudad y la sutileza de esas locuras que traen colores a la mente. Una frecuencia constante que en ciertos puntos explota en fuxia en verde y en azules fuertisimos, y de repente vuelven al anonimato de una caminata solitaria.
Masse critic Bruxelles |
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